Frutos de Nuestra OFRENDA MISIONERA por FE
Es indudable que DIOS nos ha elegido como parte integral de su Iglesia, para que vayamos y llevemos fruto, y que ese fruto permanezca. Entendamos que cuando hablamos de MISIONES, estamos hablando de OBEDECERLE a DIOS, cumpliendo con esa GRAN COMISIÓN de “IR a predicar el Evangelio a TODA CRIATURA,” esa será la única forma de DAR FRUTO, para luego cuidar ese fruto, labor que hacemos a través de la OBRA MISIONERA en Colombia y las naciones.
Ojalá entendamos iglesia, el gran
compromiso de participar en esta SIEMBRA del Evangelio, es una labor de TODOS, de
lo que SEMBREMOS, de eso mismo vamos a SEGAR.
6Pero
esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra
generosamente, generosamente también segará. 7Cada uno dé como propuso en su corazón: no con
tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8Y poderoso es
Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; 9como está escrito:
Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre. 10Y el que da semilla al que siembra,
y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra
sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11para
que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
- 2 Corintios 9:6-11
Las MISIONES son el CORAZÓN de DIOS, ÈL sueña con que que cada ser humano sobre la faz de la tierra tenga la oportunidad de escuchar el Evangelio, y de SER SALVO. Y es muy natural que NO todos podemos IR, pero SI TODOS podemos participar con nuestra ORACIONES y con nuestros recursos. De lo que damos, de eso mismo vamos a recibir, debemos sembrar si realmente queremos recoger.
El egoísmo no tiene cabida en la vida del creyente. Debemos pensar en los demás antes que en nosotros. Hay millones y millones de personas que irán eternamente al infierno, si nosotros no hacemos la TAREA encomendada por el Señor. Realmente es un privilegio el poder dar no solamente nuestro servicio a la obra del Señor, sino el poder dar también de nuestros recursos para que la Obra Misionera siga adelante, para que el Evangelio se esparza por todo el mundo.
Dios espera que esas Ofrendas que demos, las demos de corazón, sin sentirnos forzados para nada, sin pensar en el que dirán, es algo que debemos hacer porque estamos convencidos que es de lo poco que podemos hacer en bien de la salvación de las almas de los hombres.
Nuestra ofrenda debemos darla con gozo, con alegría, entendiendo que cada peso que aportemos, está contribuyendo a la salvación de muchas almas. Si realmente hacemos las cosas de corazón y desinteresadamente, Dios, conociendo nuestros corazones, responderá con creces a la siembra que hayamos hecho. Dios nunca nos va a desamparar si estamos haciendo las cosas como ÉL quiere, agradándole en todo.
Varias RECOMENDACIONES bien importantes sobre este tema:
- Pensar siempre en los demás antes que en nosotros, de lo que SEMBREMOS, de ESO MISMO vamos a SEGAR. Entregarnos más.
- Seguir DANDO de una manera DESTINTERESADA, que NOS NAZCA siempre de una forma natural.
- Sembrar generosamente, en forma desinteresada
- Nuestra ofrenda debe ser de corazón, no con propósitos equivocados.
- No debe haber tristeza por dar la ofrenda, así haya estrechez en nuestra economía.
- Debemos dar porque nos nace, no por necesidad.
- Entender que Dios conoce nuestro corazón y que ÉL ama al dador alegre.
- Confiar en las promesas de Dios, Quien nunca nos abandonará si actuamos honesta y sabiamente.
- Dar con alegría para apoyar al que trabaja en la Obra Misionera del Señor
DAR con alegría
1. De la actitud en el dar,
dependerá la respuesta de Dios para recibir de Él (Vs 6)
2. Debemos dar con un corazón sincero,
sin ningún tipo de prevenciones (Vs 7)
3. El mejor regalo de parte de Dios, será SU PAZ, su Gracia, su SABIDURÍA (Vs 8-11)
Dios nos recuerda hoy la importancia de DAR de corazón y con verdadero gozo. Quien nos habla es nada más que ese Gran Dios que conoce muy bien nuestros corazones, y de acuerdo al gozo y la sinceridad con que demos, así mismo nos promete que no nos dejará pasar necesidades, nos dará la provisión necesaria, además de esas coronas celestiales que ÉL nos promete.
Es impactante la forma en que Dios habla de una manera tan clara en cuanto a nuestros diezmos y ofrendas.
Esta enseñanza es para aplicarla cada día de nuestras vidas, dando honestamente según Dios me haya prosperado; analizando a fondo esta área de nuestras vidas y siendo honestos en cuanto a lo que le corresponde a Dios; siendo muy sabios en la administración de nuestros recursos y en los recursos de la Iglesia, pero siempre, con un propósito divino, pensando el LA SALVACIÓN de las almas de Colombia y del mundo entero.
Hagámoslo POR FE, sin FE es imposible agradar a Dios,
Colombia para Cristo, una plataforma a las naciones,
Fabio
Comentarios
Publicar un comentario