PREDICAR CON EL EJEMPLO


Lo que Dios nos ha ordenado hacer, eso es lo que tenemos que mandar y enseñar. Nadie tiene que desechar a un siervo de Dios por su juventud, ya que quien hace la Obra es Dios, pero para poder hacer nuestra parte, es indispensable un BUEN TESTIMONIO, como lo hemos venido enseñando en Efesios 3:14-21. 

11Esto manda y enseña. 12Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren. - I Timoteo  4:11-16 

Nuestra tarea es CREER, crecer, obedecer y antes que nada dar EJEMPLO, mostrar que realmente Cristo transforma vidas, por lo tanto, debemos cuidar cada una de nuestras palabras, deben ser palabras de vida, debemos cuidar nuestra conducta, la cual debe ser intachable. Cada día debemos evaluar nuestras vidas a fin de analizar si tendrían derecho a hablar algo malo de cada uno de nosotros. 

Debemos entregar de nosotros todo el amor a Dios y todo el amor al prójimo, reflejado en verdaderos actos de ayuda, de desinterés, sin fingimientos con absoluto deseo de ayudar al necesitado tanto física como espiritualmente, empezando por nuestras familias. 

Es necesario que el Espíritu de Dios se manifieste en cada instante de nuestra vida a través del amor, el gozo, la paz, la paciencia, la bondad, la benignidad, la fe, la mansedumbre y la templanza. 

Debemos ser personas de FE, no solamente que la vivamos, sino que sepamos contagiar de ella a quienes están a nuestro alrededor. Finalmente, el Señor nos recuerda aquello con lo que muchos luchamos, la PUREZA, es algo que debe estar siempre presente en nuestras vidas, cuidando nuestras miradas, nuestros pensamientos, nuestras actitudes, las cuales deben reflejar la presencia de Cristo en nosotros. 

NO debemos descuidar ninguna de estas áreas en nuestras vidas, debemos agradarle al Señor en TODO. Debemos ocuparnos siempre en aprender para vivir y enseñar a los que Dios ponga en nuestro camino, usando el don, o los dones que Dios nos ha regalado. 

Sabemos que no somos nada especial, pero lo poco o mucho que Dios nos haya dado, debemos ponerlo al servicio de los demás. Es nuestro deber como creyentes y obreros del Señor, OCUPARNOS permanentemente de estas cosas, a fin de que haya un buen provecho para todos. Debemos cuidarme a nosotros mismos, debemos ser muy celosos con la doctrina, será la única forma de salir victoriosos en la batalla por las almas de los hombres. 

Muchas cosas recomendadas por Dios para ponerlas en práctica YA MISMO: 

  • OBEDECER a Dios en TODO, siendo EJEMPLO de los CREYENTES en TODO, cuidar celosamente LA DOCTRINA.
  • Siempre debo ser EL MEJOR EJEMPLO, como lo fue TIMOTEO.
  • Mandar y enseñar lo que Dios me diga que debo hacer
  • Que nadie me menosprecie por mis años en el Señor
  • Debo ser ejemplo a TODOS y especialmente a los creyentes
  • Mis palabras deben estar sazonadas de gracia
  • Mi conducta debe ser irreprensible
  • El amor debe brotar de todo mi ser
  • Es necesario que cada cosa que haga esté gobernada por el consejo del Espíritu Santo
  • Mi FE no debe desfallecer un instante
  • Debo mantenerme PURO cuidando mis miradas, mis pensamientos y mis actitudes.
  • Ocuparme de la lectura, la exhortación y la enseñanza
  • Aprovechar al máximo los dones que Dios me ha dado para el bien de todos.
  • Cuidarme espiritualmente y ser muy celoso de la sana doctrina. 

Predicar con el ejemplo – UN BUEN TESTIMONIO 

1. Debo predicar primeramente con mi vida siendo ejemplo en TODO (Vs 11-12)

2. Debo estar creciendo permanentemente a través de la lectura, la exhortación y la enseñanza, sin descuidar ninguno de los dones dados (Vs 13-15)

3. Debo cuidarme a mí mismo y ser muy celoso con la Doctrina, es de mucho cuidado (Vs 16) 

Acorde con lo que estamos aprendiendo en Efesios 3, Dios nos recuerda que debemos predicar con el ejemplo. Quien nos habla es un Dios de orden que nos da instrucciones precisas para tener un ministerio exitoso. 

Nos debe impactar nuevamente ver cómo Dios destaca la importancia del buen testimonio 

Todo esto es para PRACTICARLO YA MISMO, siendo ejemplo en TODO: Palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Afianzándonos más y más a la Palabra y apoyándonos en ella para cualquier consejo y cualquier decisión; aprovechando muy bien lo poco que tengamos para dar y siendo más cuidadosos de nuestro tiempo, aprovechando cada instante para edificarnos y edificar a todo nuestro entorno. 

¡ Que SE VEA ! 

Fabio

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