El mandamiento siempre ha sido "IR A POSEER LA TIERRA"
El mandamiento siempre ha sido: "IR A POSEER LA TIERRA"
La Palabra de Dios ha sido escrita con el propósito de que la conozcamos, la interioricemos y la VIVAMOS. La misión que Dios nos ha dado es de MUCHA RESPONSABILIDAD, implica mucha OBEDIENCIA, mucha sinceridad, mucha sabiduría, un testimonio intachable. En el libro de Deuteronomio Dios nos recuerda las bendiciones de la tierra prometida, y podemos aplicarlo plenamente al campo que Dios nos ha regalado como una “Verdadera Iglesia Misionera”, Dios termina este hermoso capitulo 11 recordándonos que tenemos la gran MISIÓN de ir a POSEER LA TIERA, algo de lo cual siempre nos ha recordado en Mateo 28:18-20.
8Guardad, pues, todos los mandamientos
que yo os prescribo hoy, para que seáis
fortalecidos, y entréis y poseáis la tierra a la cual pasáis para
tomarla; 9y para que os
sean prolongados los días sobre la tierra, de la cual juró Jehová a
vuestros padres, que había de darla a ellos y a su descendencia, tierra que
fluye leche y miel. 10La tierra a la cual entras para tomarla no es
como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y
regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11La tierra a la
cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las
aguas de la lluvia del cielo; 12tierra de la cual Jehová tu Dios
cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio
del año hasta el fin.
13Si obedeciereis cuidadosamente a mis
mandamientos que yo os prescribo hoy,
amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con
toda vuestra alma, 14yo daré la lluvia de vuestra tierra a su
tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.
15Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te
saciarás. 16Guardaos,
pues, que vuestro corazón no se infatúe, y os apartéis y sirváis a dioses
ajenos, y os inclinéis a ellos; 17y se encienda el furor de
Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra dé su
fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.18Por tanto, pondréis estas mis palabras
en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en
vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. 19Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando
te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando
te levantes, 20y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus
puertas; 21para que sean vuestros días, y los días de vuestros
hijos, tan numerosos sobre la tierra que Jehová juró a vuestros padres que les
había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
22Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él, 23Jehová también echará de delante de vosotros a todas estas naciones, y desposeeréis naciones grandes y más poderosas que vosotros. 24Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Eufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. 25Nadie se sostendrá delante de vosotros; miedo y temor de vosotros pondrá Jehová vuestro Dios sobre toda la tierra que pisareis, como él os ha dicho.26He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: 27la bendición, si oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os prescribo hoy, 28y la maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que no habéis conocido. 29Y cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal, 30los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita en el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More. 31Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. 32Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros. - Deu 11:8-32
Es por eso, que Dios nos pide que tenemos que guardarla SU PALABRA en nuestro corazón, en nuestra alma y atarla a nuestras manos, y que siempre esté ante nuestros ojos, a fin de poderla vivir y enseñar oportunamente a quien la necesite (Todos), empezando por nuestros hijos, por nuestra casa y adonde sea que vayamos, sin avergonzarnos de mostrar que es nuestra guía. No debemos avergonzarnos de escribirla aun en las paredes o donde Dios nos muestre que debemos hacerlo.
La generosa y sabia invitación de Dios siempre ha sido a que le obedezcamos, a que entendamos que la obra es suya y no de nosotros. Y si estamos dispuestos a obedecerle, Él nos promete bendiciones, nos promete victoria, nos promete que nos dará a Colombia y a las naciones para Cristo. Nosotros no tenemos que inventarnos nada, lo que tenemos que hacer es entregarnos en sus brazos, abrir nuestros oídos y escucharlo, obedeciéndole al pie de la letra, entendiendo que ÉL es Dios y que no se equivoca. Si ASÍ lo hacemos, Dios nos promete, que nos entregará la tierra a donde nos mande, y que ÉL vencerá a nuestros enemigos y que conquistaremos esas tierras para ÉL. Tenemos que dejar de complicar las cosas, y hacer nuestra tarea con sencillez y humildad, entendiendo que dependemos 100% de ÉL y que así haya la oposición que haya, tomados de su mano, no desfalleceremos.
Dios no obliga a nadie a que haga
lo que ÉL quiere, siempre nos ha mostrado esos DOS caminos y nos ha puesto a
elegir. Hoy específicamente en Deuteronomio nos muestra que ÉL pone delante de
nosotros la BENDICIÓN y la MALDICIÓN. Seremos bendecidos
Cuando OIMOS sus mandamientos, es decir cuando los guardamos y los ponemos por obra, más habrá MALDICIÓN sobre nosotros cuando NO OIMOS, y nos apartamos de SUS CAMINOS, yendo en pos del mundo, detrás de los ídolos de nuestro corazón.
Nuestra oración permanente debe ser para que YO y mi familia SIRVAMOS a Jehová, con la plena certeza de que ÉL nos señalará el Camino correcto y nos llevará a buenos pastos, protegiéndonos, ayudándonos y tendiéndonos su generosa mano. Las instrucciones de Dios son muy precisas y sus promesas son reales y exactas. Así como dio mandamientos e hizo promesas a su pueblo Israel, así lo hace hoy con nosotros, debemos estar completamente seguros de obedecerlo en todo a fin de poder apropiarnos de sus promesas.
Varias RECOMENDACIONES que jamás debemos olvidar:
- Cuidarnos de OBEDECER FIELMENTE cada MANDAMIENTO, TODO lo que DIOS NOS MUESTRE en Su Palabra.
- NO DESOBEDECER a DIOS en NADA, NADA, NADA.
- Conocer, interiorizar y vivir la Palabra de Dios
- Proclamar su Palabra, empezando por casa, por nuestros hijos y a cualquier lugar a donde fuésemos enviados.
- Confiar en las promesas de Dios cuando somos fieles y obedientes a sus mandamientos.
- Guardar cada uno de los mandamientos de Dios
- Trabajar la Obra de acuerdo a sus directrices y no a las nuestras
- Seguir siempre a Dios y a sus sabios consejos.
- Confiar plenamente en que Dios nos dará la tierra prometida : Colombia para Cristo, Las naciones para Cristo.
- Ir confiadamente a las misiones entendiendo que Dios va delante de nosotros.
- Escoger el camino correcto, el de la bendición
- Obedecer a Dios, oyendo y viviendo cada uno de sus Mandamientos
- No apartarnos del Camino que ÉL nos ha señalado
- No ir tras dioses ajenos, los ídolos que el mundo nos ofrece.
- IR A TOMAR LAS TIERRAS QUE DIOS NOS HA DADO, cuidando de todos los estatutos y decretos que Dios nos da.
Bendicion o Maldición… Escojamos
1. Dios exige OBEDIENCIA para darnos
la tierra (Vs 8-12)
2. Promesas si guardamos nuestro
corazón (Vs 13-21)
3. El FRUTO de la obediencia y las CONSECUENCIAS de la desobediencia (Vs 22-32)
Dios nos recuerda hoy la Bendición o Maldición, nosotros escogemos, tenemos libertad, pero tengamos en cuenta que quien nos habla es un Dios muy GENTIL, el cual no obliga a nadie, nos da el libre albedrío, nos muestra las puertas, los caminos, lo bueno y lo malo, la bendición y la maldición y nos deja que escojamos libremente lo que queramos.
Es impactante ver la forma en que Dios con toda su gentileza nos ADVIERTE sobre las CONSECUENCIAS de seguirlo a ÉL o de rechazarlos. Más claro no se puede.
Así que MANOS A LA OBRE, obedezcamos a Dios, escudriñando cada uno de sus mandamientos y OBEDECIENDOLOS, sopesando cada instante de nuestra vida antes de tomar cualquier decisión, analizando si agradará a Dios o NO; no dando pasos en falso, estando dispuesto a ganar a Colombia para Cristo en el tiempo que DIOS nos señalare, obedeciéndole fielmente en todo.
“A POSEER LA TIERRA” es un mandamiento divino.
Fabio
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