AÚN SOBREVIVIMOS POR LA MISERICORDIA DE DIOS


Demos Gracias a Dios por la ESPERANZA de LIBERACIÓN que ÉL nos ha dado, nunca debemos olvidar los terribles padecimientos de Cristo en la cruz del calvario a fin de llevarnos a la salvación. Lo que podamos padecer nosotros no tiene punto de comparación con sus sufrimientos, aunque nosotros si nos los mereceríamos. 

19 Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel; 20 Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí; 21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. 22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca          decayeron sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. 24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. 25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. 26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. 27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud. - Lamentaciones 3:19-27 

Definitivamente el amor y la Misericordia de Dios son MUY GRANDES, por el pecado en que vive el mundo entero, siguiendo los consejos del enemigo, hace rato que hubiéramos de ser consumidos, pero Dios es muy, pero muy misericordioso, esperando pacientemente a que salgamos a predicar el Evangelio y que muchos, pero muchos seres humanos escuchen y entiendan para escapar del lazo del diablo en que están cautivos a la voluntad de él. 

Las misericordias de Dios nunca han decaído. ÉL sigue esperando pacientemente a que cada ser humano escuche el llamado de Cristo y abra las puertas de su corazón. Pero todo tiene su límite, y llegará el día en que el Señor vendrá por nosotros y ya de nada valdrán los lamentos por lo que dejamos de hacer.  

Cada día Dios nos muestra su fidelidad, nos permite vivir un día más, y nos da las fuerzas para afrontar cada situación. En Él debemos esperar todo el tiempo con la confianza de que como hijos suyos jamás nos desamparará. 

Hay tres cosas que Dios nos muestra que son BUENAS: Buscar a Dios y esperar en ÉL, esperar en silencio Su Salvación, y llevar el yugo, siguiendo sus pasos desde la juventud. 

Dios nos vuelve a recordar que: «Llevar el yugo» significa ponerse bajo la disciplina de Dios voluntariamente y aprender lo que Él nos quiere enseñar. Esto involucra diversos factores importantes: 

(1) Meditación en silencio sobre lo que Dios quiere,

(2) Arrepentimiento humilde,

(3) Dominio propio frente a las adversidades, y

(4) Paciencia confiada dependiendo del Maestro divino para que   nos dé lecciones de amor para la vida. 

 Dios tiene diferentes lecciones tanto a corto como a largo plazo para nosotros ahora. ¿Cumples tu tarea?

Varias RECOMENDACIONES bien importantes, derivadas de este precioso pasaje:

  • Saber VALORAR cada MOMENTO que VIVIMOS en la PRESENCIA de DIOS, sea lo QUE SEA es una BENDICIÓN.
  • Confiar plenamente que DIOS está en CONTROL de CADA DETALLE. Nada es CASUALIDAD.
  • Entender que nuestros padecimientos no son ni medio parecidos a los de los profetas y menos a los del Señor Jesucristo 
  • Entender que estamos vivos y hemos sido salvos gracias a la Misericordia de Dios
  • Tener claro que la misericordia del Señor no decae y que ÉL espera pacientemente a que salgamos a Evangelizar.
  • Debemos sentir dolor por las almas que aún no han apreciado esa gran misericordia y pedirle a Dios para que escuchen.
  • Cada nuevo día que Dios demora en su venida es un día más de FIDELIDAD, de espera para que muchos conozcan el Evangelio y se arrepientan.
  • Debemos esperar en ÉL, buscarlo permanentemente  y confiar plenamente en sus promesas.
  • Esperar en silencio la salvación eterna
  • Llevar el yugo sobre nosotros, imitando cada uno de sus pasos, sin desentonar en nuestro caminar con ÉL. 

Aún sobrevivimos por la MISERICORDIA de Dios   

1. El ejemplo de nuestros antepasados, esperando en el Señor (Vs 19-21)

2. La misericordia de Dios para darles la victoria (Vs 22-24)

3. La bondad de Dios para los que esperamos en ÉL (Vs 25-26)

Dios nos invita a comparar nuestros padecimientos (No son nada) con lo que realmente nos merecíamos, y que no nos han sido dados por la misericordia de Dios, es un mensaje que viene de un Dios paciente y MISERICORDIOSO que nunca se olvida de nosotros a pesar de nuestra mediocridad. 

Me conmueve ver la paciencia y misericordia de Dios a pesar de nuestra desobediencia e irrespeto; y ver las tres cosas BUENAS que Dios nos muestra en este pasaje: Esperar en ÉL buscándolo permanentemente, esperar en silencio la salvación eterna, y llevar el yugo desde nuestra juventud. 

Esto es para aplicarlo ya mismo, apreciando cada día más la MISERICORDIA de Dios, valorando lo que hizo por nosotros, por nuestras familias y por millones de personas a pesar de nuestra mediocridad; esperando en Dios sin angustiarnos, sin desesperarnos, sin perder el gozo, entendiendo que cada cosita que Dios nos dé es ganancia, ya que no me merecemos NADA; todo lo que recibamos es por la bondad y la misericordia de Dios; anunciando al mundo entero la grandeza de su salvación en la cual debemos esperar y llevando el yugo de Jesús sobre nuestras vidas para aprender a caminar a su lado, siguiendo cada uno de sus pasos. 

Fabio

 


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