EL PODER DE LA ORACIÓN
Es importante también, que no nos olvidemos de alabar al DIOS de las RESPUESTAS, al Dios de la misericordia, al Dios que no nos desampara.
Ahora, para que esta oración sea eficaz, siempre que ofendamos a alguien, debemos reconocerlo de corazón, confesarlo, arrepentirnos y pedir perdón.
Debemos orar por los demás y por nosotros para que nuestros corazones sean sanados, esa oración incluye también la sanidad física. Debemos entender el poder tan grande que tiene la oración cuando la hacemos en el Nombre de Cristo.
Dios
está dispuesto a escucharnos y a perdonarnos siempre y cuando tengamos también
esa actitud de saber escuchar y perdonar. Dios es el único capaz de sanar
nuestras mentes, nuestros cuerpos y nuestros corazones.
Varias RECOMENDACIONES bien importantes:
- USAR SIEMPRE, SIEMPRE en CUALQUIER SITUACIÓN el recurso de LA ORACIÓN con un CORAZÓN LIMPIO.
- Seguir CLAMANDO a DIOS, sean cuales sean las circunstancias.
- En los momentos de Aflicción y de enfermedad unirnos en oración.
- No olvidarnos de alabar permanentemente al Dios grande que está atento a nuestras peticiones
- Confesar mis ofensas a quienes haya ofendido, reconocer mis faltas dejando a un lado el orgullo
- Debo orar fervientemente para que seamos sanados en nuestros corazones y en nuestros cuerpos.
- Entender el poder tan grande que tiene la oración.
- TODO debo ponerlo en manos de Dios, así no habrá imposibles.
Oración Permanente y CONFESIÓN
1. Si andamos en AFLICCIÓN o
alegría, debemos ORAR y adorar (Vs 13)
2. Si andamos en ENFERMEDAD debemos
ORAR y confiar (Vs 14-15)
3. Si andamos en RENCILLAS debemos PERDONAR y ORAR para que la oración sea EFICAZ (Vs 16)
Dios nos recuerda hoy el uso permanente de la ORACIÓN, confesión y petición permanente con plena FE y con un corazón limpio. Quien nos habla día a día es un Dios Misericordioso y RECONCILIADOR que nos invita permanentemente a estar en Oración en todas las circunstancias difíciles de nuestra vida, poniéndome a paz y salvo con ÉL y con las personas a quienes hemos ofendido, reconociendo nuestras faltas.
Debe impactarnos la forma tan amorosa en que Dios nos invita a recurrir a ÉL, reconociendo nuestras faltas, a orar y a sanar heridas.
Esto es para aplicarlo ya mismo, todos lo necesitamos, recurriendo siempre al PODER de Dios a través de la oración y reconociendo siempre nuestras faltas, dejando de buscar disculpas y sabiendo pedir perdón habiendo orado previamente a fin de que, Dios sane completamente cualquier herida y escuche nuestras peticiones.
Oremos los unos por los otros, pero con un corazón limpio.
Fabio
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