EL DAÑO QUE CAUSA EL AMOR AL DINERO
9Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 11Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. 12Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos. 13Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, 16el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. I Timoteo 6:9-16
Razón tenía el Señor al decir que más fácil entra un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de Dios. Lo hemos visto y vivido en carne propia en parientes y amigos muy cercanos.
El amor al dinero es la raíz de TODOS los males, ya que quienes lo tienen empiezan a codiciar tener más y más, y terminan extraviándose de la fe y cuando se dan cuenta fueron absorbidos por el mundo y son traspasados de muchos dolores. (Ver Salmos37, Salmos 49 y Salmos 74, ¡¡¡ Pobrecitos !!!).
El MANDAMIENTO de Dios está muy claro: Huir de estas cosas (Materiales) y SEGUIR la justicia, la piedad, la FE, el AMOR, la PACIENCIA, la mansedumbre, peleando la buena batalla, echando mano de la vida eterna, ya que a eso hemos sido llamados.
El mandamiento de Pablo es muy
claro, y pone por testigos a Dios y a Jesucristo, y es HASTA que venga el Señor
Jesucristo, ante quien debemos humillarnos, reconociendo todo su PODER y
grandeza.
Varias recomendaciones MUY valiosas respecto a este tema:
- HUIR del materialismo y seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Peleando por la FE.
- Olvidarme por completo de ser una persona ADINERADA. No es bíblico ese deseo carnal.
- Los que quieran enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchas codicias necias y dañosas. Apártate del afán por las riquezas.
- Si quieres males, enamórate del dinero
- La codicia extravía a la gente de la fe
- El apartarse de la fe lleva a muchos dolores.
- Vive contento con lo que tienes. Desarráigate de los afanes por las riquezas, son un cáncer que carcome.
- Huir de estas cosas (Materiales) y SEGUIR la justicia, la piedad, la FE, el AMOR, la PACIENCIA, la mansedumbre, peleando la buena batalla, echando mano de la vida eterna, ya que a eso hemos sido llamados.
- El mandamiento de Pablo es muy claro, y pone por testigos a Dios y a Jesucristo, y es HASTA que venga el Señor Jesucristo, ante quien debemos humillarnos, reconociendo todo su PODER y grandeza.
El DAÑO que causa el dinero y la verdadera FE
1. El daño tan tremendo que hace el
dinero… Es real (Vs 9-10)
2. La actitud del creyente ante las
riquezas… HUIR, enfocándose en las cosas espirituales (Vs 11-12)
3. Un mandato contundente: Guardar el mandamiento sin mácula ni reprensión hasta la venida de Nuestro Señor Jesucristo (Vs 13-16)
Dios nos recuerda hoy, el daño que causan las riquezas y la buena batalla que debemos librar. Quien nos habla es un Dios protector y humilde que nos promete lo necesario y nos invita a vivir humildemente alejados de las ambiciones y la avaricia del mundo y nos muestra muy claramente cuál debe ser nuestro ENFOQUE, las almas de los hombres.
Llama mucho la atención el poder ver y comprobar que lo que Dios dice es 100% veraz y que se cumple al pie de la letra. Lo vemos día a día en aquellos que se dejan arrastrar por su afán de hacerse ricos. Y ver tan claramente esas virtudes que deben ser el fundamento de mi vida cristiana: La justicia, la piedad, la FE, el AMOR, la PACIENCIA, la mansedumbre.
Es un pasaje que debemos aplicar YA MISMO, viviendo APASIONADAMENTE esta enseñanza, viviendo humildemente con los que Dios nos da en el día a día, gozándonos de cada bocado, de cada momento de felicidad en compañía de nuestra familia y de nuestros hermanos en la fe, y cultivando esas virtudes que tanto exalta Dios: La justicia, la piedad, la FE, el AMOR, la PACIENCIA, la mansedumbre.
Fabio
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