HUMILLARNOS BAJO LA PODEROSA MANO DE DIOS

Dios nos recuerda hoy cuales deben ser una de nuestras principales actitudes como auténticos creyentes. Ante los continuos ataques del enemigo debemos actuar con mucho amor, sabiduría y humildad, sometiéndonos a Dios y resistiendo a las asechanzas del enemigo, que siempre tratará de estorbar nuestro crecimiento espiritual. 

⁶Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; ⁷echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. ⁸Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; ⁹al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. ¹⁰Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. ¹¹A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén. - I Pedro  5:6-11 

El consejo de Dios, a través de Pedro y también de Santiago, entre otros, es que debemos humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, entendiendo que es Su Obra y no la nuestra, debemos obedecerle en todo y actuar con sobriedad y santidad entendiendo que Dios tiene cuidado de nosotros y que a sus pies debemos rendirnos entregándole todas nuestras cargas y ansiedades 

Nuestras vidas deben estar marcada por la sobriedad, velando siempre en oración, estando atentos a las asechanzas del enemigo el cual anda buscando a quien engañar. Debemos resistir al enemigo con la espada de la fe, teniendo siempre en nuestra mente y en nuestro corazón la Palabra de Dios, entendiendo que lo que nos pasa a nosotros, les pasa a todos nuestros hermanos en el mundo. 

Pero gracias a Dios, esos momentos de dificultad y de tropiezo, permiten que después de un tiempo Dios nos vaya perfeccionando, afirmando fortaleciendo y estableciendo. 

Qué lindo es entender el sabio consejo de Dios y poder ver que es REAL en nuestras vidas. Gracias a Dios por su voz de consejo y aliento. Debemos glorificarlo a ÉL todos los días de nuestra vida.

Varias RECOMENDACIONES bien importantes en este momento que vivimos: 

• Permanecer FIRMES ante las ASECHANZAS del enemigo, el cual trata de ENTROMETERSE como sea para hacer daño
• Descansar y CONFIAR PLENAMENTE en las DECISIONES de DIOS para nuestras vidas.
• Humillarnos bajo la poderosa mano de Dios a fin de que sea Él quien nos saque adelante
• Echar toda nuestra ansiedad sobre ÉL con la plena confianza de que ÉL tiene cuidado de nosotros
• Ser sobrios y velar identificando las asechanzas del enemigo
• Resistir al enemigo firme en la FE
• Entender que las duras pruebas son puestas por Dios para todos los hermanos en el mundo entero. No somos uno bichos raros
• Afianzarnos en las promesas de Dios y NO desfallecer
• Glorificar a Dios en TODO.

HUMILLARNOS bajo la poderosa Mano de Dios 

1. Depositar toda mi confianza en Dios, nunca nos va a fallar (Vs 6-7)

2. Mucha sobriedad ante los ataques del enemigo, es normal, nuestra FE no debe desfallecer (Vs 8-9)

3. Dios siempre se va a glorificar dándonos la victoria, saldremos fortalecidos (Vs 10-11) 

Dios nos recuerda hoy que debemos entregar TODO en sus manos, Él es un Dios exhortador que nos advierte sobre las duras pruebas por las que tenemos que pasar, y nos invita a humillarnos bajo Su Poderosa Mano, siendo sobrios y velando, firmes en la fe, con la plena certeza de que en ÉL tendremos victoria. 

Es impactante ver la forma tan clara en que Dios nos muestra la dura vida del Cristiano y la importancia de descansar siempre en Su Poderosa Mano, y que, alejados de ÉL, nada podemos hacer. 

Es un pasaje para aplicar YA MISMO, iniciando el mes de marzo de 2023, descargando en Dios todas nuestras angustias, y esperando pacientemente a que nos llene de Sus Fuerzas, de Su Sabiduría, de Su Inteligencia, de Su Paciencia, de Su Amor, y que nos dé la victoria en cada circunstancia por difícil que parezca, y dándole siempre la Gloria a Él y solo a ÉL. 

No desfallezcamos, tomémonos de Su Mano, 

Fabio