COMPORTAMIENTO de MANSEDUMBRE del SIERVO del SEÑOR
Gracias a Dios conocemos su Palabra, tenemos una iglesia de sana doctrina que sabe entender cada pasaje tal como el Señor nos lo quiso mostrar, a fin de cumplir con la Gran Comisión que el Señor nos ha dejado. Veamos:
19Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. 20Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 22Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 23Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 24Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 25que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, 26y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él. - 2 Timoteo 2:19-26
El fundamento de Dios está firme, sabemos en quien hemos confiado y esperamos grandemente la venida de nuestro Salvador. Gracias a Dios tenemos un SELLO imborrable: “Conoce el Señor a los que son suyos” dice en la primera línea, y luego en la segunda línea: “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.
Si verdaderamente somos creyentes, si el Señor ya nos ha reconocido como sus hijos, es necesario, indispensable e indiscutible, que si invocamos el Nombre de Cristo nos debemos apartar de INIQUIDAD, el pecado no tiene cabida en nuestras vidas.
Si realmente queremos ser instrumentos útiles dentro de la Obra, antes que nada, debemos reflejar la SANTIDAD de Dios, dejando atrás la vida que nos avergüenza delante de Dios, y enfocándonos en la justicia, la fe, el amor y la paz.
No debemos enredarnos en discusiones vanas con el mundo, sino que debemos ser amables, sabios para enseñar, aceptando aún ofensas, corrigiendo CON MANSEDUMBRE a los que se oponen, entendiendo que es Dios, quien a través de su Santo Espíritu hace la obra en cada uno arrancándolos de las garras del enemigo.
Debemos cumplir con nuestra TAREA
de usar las herramientas que Dios nos da en cada momento (Citas divinas, Zoom,
Internet, WathsApp) para difundir el
mensaje del Evangelio, así tendremos la conciencia tranquila, sólo nos queda ORAR
y ESPERAR a que DIOS ACTUE.
Varias RECOMENDACIONES bien importantes:
- No CONTENDER con NINGUNO, hablarles CON MUCHA MANSEDUMBRE y SABIDURIA bañarlos de ORACIÓN.
- Dejar de AMARGARME por los que NO QUIEREN escuchar, Hacer MI TAREA y esperar.
- Apoyarnos 100% es el fundamento que tenemos
- Entender que el Señor conoce a sus hijos, a sus ovejas y por tanto no puede haber rebeldía en nosotros.
- Si verdaderamente invocamos el nombre de Cristo, el PECADO no tiene cabida en nosotros, debemos APARTARNOS de él.
- Debemos ser Santos como el Señor nos lo pide, no es una opción, debemos perfeccionar nuestras vidas apoyados en la ayuda que Dios nos ofrece permanentemente
- Debemos luchar por nuestra SANTIFICACIÓN para ser instrumentos útiles al Señor
- Desechar las cuestiones necias e insensatas que puedan llevar a contiendas.
- Debo ser ante todo amable, no contencioso, apto para enseñar, sufrido.
- Debo corregir con mansedumbre a los que se oponen, orando, y esperando que Dios a través del Espíritu Santo haga su obra en cada uno de esos corazones.
COMPORTAMIENTO del SIERVO del SEÑOR
1. Si queremos servir al Señor
debemos deshacernos de la vieja naturaleza hasta donde sea posible (Vs 19-21)
2. Si queremos servir al Señor
debemos huir de todos los pecados del pasado y cambiar, por gracia, nuestras
actitudes (Vs 22)
3. Si queremos ser siervos fieles no debemos contender, sino predicar el Evangelio y dejar el resto en manos de Dios (Vs 23-26)
Dios nos recuerda que debemos apartarnos del pecado como auténticos hijos de Dios, para ser instrumentos útiles en la Obra. Es un consejo que viene de un Dios que conoce perfectamente a sus ovejas y espera pacientemente la santidad en cada uno de ellos y que nos da instrucciones perfectamente claras sobre la forma de relacionarnos con el mundo perdido.
Impactante ver como Dios nos aclara aún más el hecho de que hemos sido sellados por Dios como sus hijos y que como tales Dios espera santidad en nosotros. Nuestro testimonio siempre será la pieza clave en el evangelismo.
Esto es para APLICARLO ya mismo, trabajando arduamente y con la ayuda de Dios, en permanente oración, para alejarnos de TODA mancha de pecado, dando siempre el mejor testimonio y siguiendo las recomendaciones de Dios, buscando la justicia, la fe, el amor y la paz, siendo paciente, sin contender, dispuesto a comunicar todo el consejo de Dios, así nos humillen, y esperando en Dios, a través de la oración, para que sea ÉL quien tenga misericordia de los que se oponen y los lleve a la salvación.
Adelante, a CUMPLIR ya mismo con la TAREA
Fabio
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