DESCANSAR EN LAS PROMESAS DE DIOS

El momento que vive el mundo, y especialmente Colombia, no es nada fácil. La incertidumbre se ha apoderado de la mayoría de la gente, pensando en las cosas materiales y olvidándonos de los más importante, las ALMAS de los hombres. La mayoría nos dejamos llevar por el afán y la ansiedad y nos olvidamos de lo verdaderamente importante, las cosas ESPIRITUALES. 

²²Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. ²³La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido. ²⁴Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? ²⁵¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? ²⁶Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? ²⁷Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. ²⁸Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? ²⁹Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. ³⁰Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. ³¹Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas. - Lucas 12:22-31 

No es razonable que un creyente quien conoce la Palabra de Dios y todas las promesas que Dios nos hace, siga afanándose y concentrándose en la parte material: Comida, vestido y techo, cuando el Señor nos promete que todas estas cosas vendrán por añadidura cuando nos enfocamos en lo realmente importante que son las ALMAS de los hombres. Triste que esperemos sus promesas pero NO cumplamos sus mandamientos. 

Dios en cada una de sus enseñanzas a través de Jesús, nos habla de una manera MUY CLARA, y acá, nos pone el ejemplo de los animalitos y de la naturaleza, de cómo ellos reciben lo mejor de Su CREADOR, y nos pone a meditar sobre nosotros, SUS HIJOS, si no recibiremos cosas mejores que la misma naturaleza. 

Definitivamente nos FALTA FE, para creerle a Dios y a todas SUS PROMESAS cuando actuamos sabiamente, obedeciéndole y trabajando en PRO de la salvación de las ALMAS DE LOS HOMBRES.         

Varias RECOMENDACIONES bien importantes:

• No DESFALLECER en NUESTRA FE, Dios nos PROMETE techo y abrigo y nos pide estar CONTENTOS con ello. Obedezcámosle.
• AVIVAR nuestra FE cada día más, Dios siempre CUMPLIRÁ sus promesas cuando nosotros cumplimos sus mandamientos.
• No afanarnos por la comida y el vestido
• Enfocarnos en las cosas que realmente son importantes: Las almas de los hombres
• Pensar en nuestro crecimiento espiritual, en nuestra salud espiritual
• Crecer sabiamente alimentados por la Palabra de Dios para que podamos dar fruto en abundancia.
• Entender claramente que Dios nos dará lo básico para sobrevivir en buenas condiciones cuando le obedecemos.
• Confiar en que como HIJOS DE DIOS; no nos faltará nada.
• Aumentar nuestra FE y no estar en ANSIOSA INQUIETUD como está el mundo.
• Buscar primeramente el REINO DE DIOS y esperar que Dios cumpla sus promesas, así será. 

Descansar en las promesas de DIOS 

1. Dios nos muestra su amor para con el reino animal, será que no somos más que ellos? (Vs 22-26)

2. Dios nos muestra su amor con el reino vegetal, será que no somos más que ellos? (Vs 27-28)

3. Dios como parte que somos de la humanidad nos promete TODAS las cosas si buscamos Su Reino primeramente (Vs 29-31) 

En el momento más propicio, pleno pico de pandemia y de vandalismos, Dios nos habla del AFÁN y la ANSIEDAD por el mañana, y lo hace, porque ÉL es un Dios FIEL que cumple y promete y que nos cuida amorosamente como sus hijos que somos. 

Me ha impactado la comparación que Dios hace con la naturaleza, creada y cuidada por ÉL y nosotros sus hijos. Sus promesas son REALES. 

Esto es para aplicarlo YA MISMO, descargando todas nuestras angustias y quebrantos sobre ÉL, esperando fielmente a que ÉL tome esas cargas y las desvanezca, dándonos fuerzas y sabiduría para seguir adelante; cumpliendo primeramente con nuestra tarea de PREDICAR el Evangelio para de esta manera poder esperar a que Dios se manifieste aún más en el cumplimiento de sus promesas. 

Fácil decirlo, pero que difícil aplicarlo, 

Fabio