HUMILDAD ANTE QUE TODO, FUERA EL MALDITO ORGULLO
Pasando por este precioso Salmo, Dios trajo a mi mente la gravedad del orgullo, pensando en que ese maldito mal es el que está acabando con nuestro país y con el mundo entero. Razón tiene Dios al poner en la lista de las cosas que ÈL aborrece, los ojos altivos. Dios nos recuerda muy claramente que ÉL abate al malo y exalta al bueno y nos hace ver la importancia de la HUMILDAD y la gravedad del maldito orgullo.
1Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos, Pues cercano está tu nombre; Los hombres cuentan tus maravillas. 2 Al tiempo que señalaré Yo juzgaré rectamente. 3 Se arruinaban la tierra y sus moradores; Yo sostengo sus columnas. Selah 4 Dije a los insensatos: No os infatuéis; Y a los impíos: No os enorgullezcáis; 5 No hagáis alarde de vuestro poder; No habléis con cerviz erguida. 6 Porque ni de oriente ni de occidente, Ni del desierto viene el enaltecimiento. 7Mas Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece. - Salmo 75:1-7
Debemos siempre dar gracias a Dios porque nos permite vivir un momento transcendental en la historia, en donde podemos ver en primera fila el cumplimiento de las profecías y de las promesas de Dios.
Y es que así es, lo que está pasando en el mundo entero, hoy mismo, junio de 2021, es un FIEL reflejo de lo que Dios ha escrito y prometido en Su Palabra.
Los milagros se ven por todas partes, la mano de Dios implacable sobre el pecado y los pecadores se ve en todo el mundo. Nada de lo que está pasando: Pandemia, pestes de muchas clases, Inundaciones, nevadas, incendios, terremotos, tormentas, cambio climático, etc, nada se da por casualidad.
A Dios nos le agrada para nada el hombre que se enaltece, Dios todo lo ve, todo lo juzga, y ÉL se encargará a su manera de humillar al hombre orgulloso y de enaltecer al humilde.
No es nada fácil la situación que se vive en Colombia y en el mundo, en el seno de cada familia y de cada persona, pero sabemos que Dios está de nuestro lado en esta batalla que vivimos contra el mundo, y que ÉL nos dará la victoria, cuando actuamos con un corazón quebrantado y humilde, dispuesto a obedecerlo y respetarlo en todo, acatando cada uno de sus mandamientos.
No tenemos porque temer al hombre que habla muy elocuentemente y se cree el dios de este mundo, pobrecito, más bien debemos orar por él, para que Dios tenga misericordia de él y le regale la preciosa salvación. Dios todo lo ve, y ÉL sabe quién finalmente será humillado y quién será enaltecido.
Es un pasaje SENCILLO pero de MUCHA APLICACIÓN para nosotros:
- Humillarnos siempre DELANTE de DIOS y ESPERAR PACIENTEMENTE en ÉL, Solo ÉL dará VICTORIA. Amén.
- Vivir SIEMPRE irradiando HUMILDAD y MÁS HUMILDAD.
- No infatuarnos ni enorgullecernos por nada
- No seguir el ejemplo de los impíos que alardean de todo y levantan su cerviz
- No debemos enaltecernos de ninguna manera
- Entender que Dios conoce nuestros corazones y ÉL juzgará de acuerdo a su sabiduría
- Si actuamos con humildad, podemos confiar en que Dios humillará a los enaltecidos.
- Ser
honestos y humildes, esperando la justicia de Dios.
HUMILDAD y más HUMILDAD, antes que enaltecimiento
1. Solamente Dios es digno de ser
RECONOCIDO por su Grandeza (Vs 1-3)
2. Dios aborrece el orgullo y la
prepotencia (Vs 4-6)
3. Dios juzgará a lo humildes y a los enaltecidos, a cada uno dará su parte (Vs 7)
Dios nos ha recalcado hoy sobre la importancia de la HUMILDAD y la gravedad del enaltecimiento. Nos habla un Dios que aborrece el orgullo y la prepotencia y que ama la HUMILDAD.
Es impactante ver como se cumplen al pie de la letra todas las profecías de Dios. Ver como lo que está sucediendo en el mundo es un fiel retrato de lo que Dios ha escrito.
Vamos a aplicarlo, siguiendo adelante con nuestra labor EVANGELISTICA sin avergonzarnos para nada de lo que hagamos, entendiendo que le estamos obedeciendo a Dios y que, por lo tanto, pase lo que pase, no debemos desfallecer. Este año, el evangelismo debe ser el más lindo y productivo de todos los años.
La ORACIÒN por las MISIONES (De rodillas), debe hacer parte de nuestro diario vivir, humillándonos delante del Señor para que nos permita ser parte de SU DIVINA MISIÒN.
I Corintios_9:16 - Pues si anuncio el evangelio, no
tengo por qué gloriarme;
porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
Fabio
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